El hombre entró por la ventana para sorprender a su amada
que reposaba sobre la cama, la mujer estaba aparentemente dormida.
De puntas atravesó la habitación tratando
de hacer el menor ruido posible para no despertarla.
Él previamente se había quitado los zapatos y los llevaba
en su mano izquierda los cuales depositó con cuidado en el piso,
en la otra mano sostenía una rosa que deslizó suavemente
por el fino y delicado rostro de la mujer que lucia pálido
con el fulgor de la luna llena que entraba por la ventana,
esta sintió el ligero roce y la excitante fragancia de la flor,
ella extrañada abrió los ojos, el romántico la miro
y le dijo en baja voz <>, ella sonrió, su perfumado aliento
hizo suspirar al hombre y el aroma femenino de su piel
lo estremecía <> dijo la sexy voz de ella invitándolo
a entrar a su lecho y el hombre con ágil movimiento entró en la cama
<> exigió ella y la pareja extasiada comenzó a hacer amor
abriendo el fuego con un prolongado beso.
Un roce, él, besó sus tibios y enrojecidos labios.
Otro roce, el sudor de los dos cuerpos
se mezcló producto de la ardiente pasión.
Tercer roce, él besó con furor los delineados senos de la mujer.
Cuarto roce las largas uñas femeninas apretujaban el colchón
poco después dejaron diez finas líneas rojas en la espalda de su amante.
Quinto y ultimo roce la rosa que había quedado al filo de la cama cayó al suelo,
la chica lleno de besos el sudado cuello del hombre
y cerró con un fatal mordisco que trajo satisfacción a la sed de la infernal “mujer”.